domingo, 1 de mayo de 2011

Paseando con mi amiga Tralala






La madrugada ya me anticipo que hoy sería un buen día para pasear entre la primavera y la luz. La verdad es que salí a buscar sonrisas de la tierra, entre las piedras, en las raíces destapadas de algún árbol, o en el vuelo de algún águila.... tres recodos y Tralalá me esperaba junto a un pino, hablando con una enredadera que estaba empeñada en apretar y apretar el tronco del paciente árbol. La sonrisa fue de ella, de ella desde la tierra para enseñarme que ella es tierra. Un placer hondo el encuentro. Así, al seguir el sendero, fue descubriéndome un sanador rincón de agua, una flor-copa pequeña y a la vez radiante, las raíces del pan que levantan la cabeza con alegría de primavera, la telaraña-puerta que mantenía fresca la entrada al hormiguero: ya empezaba el calor a mediodía, un pequeño corazón feliz con sus sentimientos limpios de agua,..... Todos esos mundos mágicos que apenas vemos y que ella siempre tiene entre los dedos, alrededor de sus pasos y  con los qué juega y ríe siempre.
y que a veces usa para curar cuando alguna persona tiene herido algún rincón de su espíritu….



















































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