martes, 24 de julio de 2012

Después del incendio




Los primeros pensamientos son de tristeza frente a tanta vida truncada de golpe. 
La entrada en esa catedral que era de vida, la visión de los pequeños detalles y de los grandes espacios que el bosque enseña ahora, el caminar entre tanta vida hoy apagada empieza a regalarme un sentimiento de
humildad: "un silencioo sagrado" que me impregna mientras camino por él.

La vida a fin de cuentas es el tránsito que hacemos en ella, la vida solo existe para vivirse. 
Que bueno poder "sentir" eso que tantas y tantas veces  escondemos detrás de la materialidad con que esta sociedad nos educa.... y desde la que nos dejamos educar.....
Todo cambio, todo transito, toda transformación es un camino nuevo, y eso es fluir con la vida. 


Claro que hay tragedia económica en lo social: casas, personas, animales, cultivos, bosques, objetos, tractores, coches..... todo eso ha desaparecido, pero si conseguimos sentir ese silencio sagrado, nos cambiará una parte de la visión con la que nos movemos cada dia, y estaremos plantando màs semillas para esta nueva conciencia que tanto necesita la humanidad....













































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