Ya hace dias que pugna por nacer una nueva gestualidad entre los pinceles.
Casi cuatro meses trabajando desde una estructura dual, un dialogo entre dos partes que desarrollan un juego formal y cromático.
Empieza a aparecer un ternario. Esa estructura en la que los dos componentes del dialogo, por el hecho de establecerlo, generan una nueva entidad. Nacen los ternarios: Iod-He-Vau, padre-madre-hijo....
A ver hacia donde se dirije esta nueva incorporación....
Leo que si en el inicio de esta serie, la prioridad estaba en los gestos que representaban a los dialogantes, poco a poco fué naciendo el dialogo en sí, lo construido por las dos partes, lo generado, y parece que ya toma para si el centro de los gestos. Con alegria acojo este cambio: no es la persona o sus emociones y sentimientos lo prioritario, siento que es el resultado, las consecuencias de sus palabras y sus actos a lo que debemos atender.....
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