En una de ellas está el monasterio de "Nostra Senyora del Mont", donde J. Verdaguer escribió su poema "Canigó". Vale la pena acercarse. Cuando llegas a la cumbre -el camino es largo y empinado- encuentras un circulo de paisajes y horizontes de montes, valles y ríos, calas, pueblos, cultivos....y poco a poco el privilegio de subir allí va invadiendo el espíritu y armonizándolo con la naturaleza, con la sencilla y rica vida contemplativa que llevaban los monjes en esos monasterios.
No hace muchos días volví a la cumbre, con Dunia, que me había venido a ver desde Mallorca. Allí sentados, en el balcón de la naturaleza, estuvimos hablando de proyectos futuros. Acordamos preparar algún concierto para este verano. Ella quiere volver a sus cantos del alma. Que mejor lugar que acogerse a las pequeñas ermitas románicas de la comarca para poder volver a expresar esos acordes que la vida va impregnando en las personas y su vivir.
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http://www.youtube.com/watch?v=1FqUB0fxpN0 |
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