viernes, 31 de agosto de 2012

Con Gilgamesh







EN EL JARDÍN DE URUK

Soy rojo como aurora 
y amo a Gilgamesh. En sus ojos 
arden todos los colores 
y su mente es el punto 
en que la luz se convierte
en una forma. Mi sola posesión
mi patria será siempre su rostro
igual al claro día. Piedras
y estrellas laten en sus pechos
y en la espesura del vientre
tiembla su fruto como el mío:
¡Soy el cielo y no puedes tocarme!
¡Soy la tierra y no puedes
hechizarme! Sólo viento llevan
nuestros pies errantes.

Miguel. Veyrat. En "Instrucciones para amanecer" (Calima 2007)








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